Los “desertores” de Sevilla
por José Antonio del Moral
17 febrero 2015
Cual fantasmas de la ópera, los “desertores” de Sevilla no responden ni aclaran si actuarán o no en la Feria de Abril
Salvo el a tiempo divorciado del motín, José María Manzanares, contratado en toda regla hace bastantes días para tres festejos en la próxima feria de Sevilla, y Morante de la Puebla que en principio pareció que había acordado torear en otras tres aunque a estas alturas aún se espera con infinita paciencia que acepte figurar en las cinco que le han ofrecido últimamente sin que todavía haya nada en firme – se teme que al final diga que no e incluso que no actuará en ninguna -, parece que ni El Juli, ni Perera ni Talavante (el único que ha dicho claramente que no hará el paseo en la Maestranza por sentirse infravalorado pese a las también tres tardes que le ofrecieron incluida su participación en la tarde de Resurrección) se dejarán anunciar y, por ende, volverán a ausentarse de la plaza más señera del mundo. Peor para ellos si se confirma el rumor.
De los tres, tan solo Perera ya había decidido por su cuenta y riesgo que este año no torearía en Sevilla. Decisión peligrosa que podría perjudicarle en un próximo futuro. Perera, en tal caso, también está obligado a hablar para que no haya confusiones ni que muchos piensen que está otra vez metido en un complot.
Pero si antes he dicho “parece” es porque, tras hablar con la empresa de Sevilla y serles aceptadas sus pretensiones – no se ha dicho nada sobre el dinero pero sí de fechas, toros, compañeros y hasta del consabido “uno por delante” -, ya han transcurrido varias semanas sin que ninguno haya dicho nada, dando lugar a lo que se está empezando a propagar en algunos medios: que tampoco torearán en Sevilla este año. Por el momento, solamente habla el silencio, un silencia que se espesa más y más cada día que pasa. Todo sigue en el aire, pues, y los nervios de la empresa son inaguantables. Pero los de la afición, también…
Los aficionados y me incluyo entre ellos, estamos más que hartos de estos líos en comandita por parte de unos señores que ya llevan dos años con la misma canción. Las razones que adujeron el año pasado al menos tuvieron cierta explicación. Pero ahora, salvo Talavante, ni una sola palabra sobre las razones de esta nueva huida a Egipto. Hay que aclarar las posturas.
La enfermiza soberbia de El Juli que parece no tener límites le está llevando a una situación por lo menos antipática por no decir odiosa. Y es que El Juli cree que es el mismísimo dios del toreo. Ni siquiera su nuevo apoderado, Luis Manuel Lozano, ha sido capaz de apearle de del burro… No lo es como bien que lo vimos la pasada temporada. ¿No se da cuenta El Juli de que la impresión que está dando es que le da miedo volver a pisar la arena de la Maestranza porque sabe que, después de todo lo que ha pasado con Sevilla en gran parte por su culpa, se le medirá al milímetro y con lupas de gran aumento. A lo mejor en esto lleva razón. Porque, buenos son los sevillanos… Ya ha empezado su particular guerra de guerrilas, intentando deshacer el cartel del aniversario de Ponce en Fallas y, como no lo ha conseguido, maniobrando para que le dieran dos corridas y que una de ellas fuera la del sábado 14 para hacerla coincidir con la goyesca de Ponce en Castellón… La maldad profesional de El Juli es ya incuestionable. Y que los empresarios se dejen manejar, inadmisible.
Si El Juli cree verdaderamente que es tan grande y tan intocable, inaccesible y todopoderoso, lo que tendría que haber hecho para congraciarse con la Maestranza es lo mismo que hizo Antonio Ordóñez en la temporada de 1954: Torear en cinco corridas cinco en la Feria de Abril incluyendo la de Miura. Eso eran gestos y no los de la temporada pasada de don Juliancito. Eso era ser una grandiosa figura del toreo. Lo de ahora con el señor López es de risa después del carrerón que llevaba consumado naturalmente y ahora intenta prolongarlo mediante subterfugios.
No querer torear en Sevilla es impropio de cualquier figura que se precie. Antiguamente sucedía todo lo contrario. Un ejemplo significativo lo dio durante muchos años el gran Marcial Lalanda quien, sabiéndose figura con fuerza en Madrid pero no en la Maestranza, solía instalarse en el hotel Los Gabrieles, frente a la antigua Estación de Plaza de Armas, muy cercano a la plaza, durante los días de invierno previos a la feria, se dejaba ver, hablaba con todo el mundo y así cada día hasta que por fin era contratado. Y le daba igual que le pagaran menos de lo que le hubiera gustado ganar. Por encima de todo estaba Sevilla y su feria. Pero esta manera de ser y de hacer ya no es la de la mayoría de las figuras actuales.
Seamos más concretos con Miguel Ángel Perera y con Alejandro Talavante. Siendo totalmente cierto que Perera es un grandioso torero y el indiscutible triunfador de la pasada temporada, también lo es que pese a ello no acaba de tener suficiente tirón taquillero. Y que no se moleste con lo que digo. Tampoco Antonio Ordóñez fue torero de masas ni de gran tirón. Como tampoco Enrique Ponce y ni falta que le hace… Ahí sigue a los 26 años de alternativa en la cumbre dando ejemplo a todos y no solo como torero, también como persona. Y es que hay que ser señores por encima de todo… Y en cuanto a Talavante, el “ofendido” Talavante, la verdad es que tiene aún menos tirón en las taquillas que Perera sin que ello quite un ápice a su innegable categoría. Pero hombre, por Dios, si hace poco más de una semana Alejandro no metió ni a 1000 personas en La México. La peor entrada de la temporada en el enorme coso azteca. Talavante se está equivocando de medio a medio con sus continuos cambios de apoderamiento. Parece una veleta deslocada con tanto ir de oca en oca tras el gran error que supuso dejar a Manolito Chopera con el que andaba estupendamente bajo todos los aspectos para irse con Curro Vázquez un añito y ahora con los mexicanos, formando equipo a lo mariachi con Morante, el del autobús del arte no tiene miedo…. ni vergüenza…, y con su inseparable Antonio Barrera. Si, ese que ahora tiene tanto poder pero todos sabemos de sobra quien y como es. Hasta que dure el invento, claro.
Este año no hay cartitas amenazantes ni chantajes escondidos ni quejas ni declaraciones de enfado. Este año y visto lo visto por el momento, lo que sí parece que podría haber por parte de algunos son ganas de cargarse la feria de Sevilla otra vez más y van dos aunque sin armar ruido. Por lo bajuno. Una especie de “venganza” siciliana en forma de otro plante con muy dudosas intenciones. Las que van desde el enfado que continúa, hasta las que sugieren otro complot para quitarle la gestión de la Maestranza a la familia Canorea-Pagés. Si esto último se confirmara, la actitud de los de nuevos amotinados sería absolutamente indefendible además de otra puñalada a la Sevilla taurina y a La Fiesta.
Tiempo es – ya excesivo- para que sea lo que sea salga a la luz. Luz que si parece abrirse con la soterrada guerra que ya está desatada entre empresarios. Los mexicanos contra los Matilla y los Chopera Uranga principalmente. Por eso, los socios españoles del enlace internacional, Casas y Cutiño, también están obligados a darla cara… no vaya a ser que acaben escaldados.
Los aficionados estamos ya muy cansados de estos comportamientos. Hasta el mismísimo gorro. Ojala me equivoque. Sería el primero en retirar lo que acabo de escribir. Pero la alarma cunde en la afición.