CTI

Club Taurino Italiano

Viejos conocidos

Domingo Delgado de la Camara

Madrid, 27 mayo 2014

http://deltoroalinfinito.blogspot.com

 

Ayer se desechó la corrida de José Luis Pereda y fue sustituida por una de Fuente Ymbro. Resulta sorprendente que una ganadería hasta hace poco tan solicitada, tenga una corrida tan seria sin vender y esté dispuesta a comparecer como sustituta. Los fuenteymbros sin salir tan malos como últimamente, tampoco fueron para tirar cohetes. Corrida abanta en el caballo y de poco juego en la muleta. Eso sí, hubo dos excepciones: el primero, muy bueno; y el tercero, mansito y que salía un poco suelto, pero que tenía una gran calidad por el pitón derecho.

La terna estaba compuesta por tres viejos conocidos. Tres matadores que se han prodigado mucho en la plaza de Madrid, pero que no veíamos desde hace tiempo, Uceda, Curro Díaz y Tejela.

El primero de la tarde, fue un toro de mucha calidad, el único pero que se le puede poner es que estaba justo de fuerza. Uceda Leal, hizo una faena típicamente suya, muy desigual. Junto a muletazos de gran porte y calidad, hubo otros de mucha menos categoría. La primera serie con la derecha fue buena, luego vinieron dos series bastante destempladas, y luego una con la zurda excelente, echando la muleta adelante y dando naturales muy largos. Después de una estocada trasera pero de impecable ejecución, Uceda cortó una oreja. Otras manos hubieran cortado dos. Cuando Uceda llevó largo y templado, surgió un toreo muy bueno. Cuando quiso componer y echarse al toro a la cadera, el toro protestó y hubo destemplanza y pasos perdidos. Uceda Leal sigue siendo el de siempre, mata muy bien, tiene un gran porte torero, sabe torear, pero le pierde querer ponerse bonito mirándose al espejo. En ese momento es cuando sus faenas bajan de nivel. Precisamente por esos altibajos, Uceda corta un trofeo y nunca dos. Se mantiene por su gran clase, pero no se sitúa en primera línea, porque para eso, hay que cuajar a los toros de cabo a rabo. Con el cuarto, rajado y protestón, poco se podía hacer.

Los dos toros de Curro Díaz fueron muy parecidos. No me gustaron. Dos toros rajadetes y con geniecillo. El de Linares estuvo mucho más decidido de lo que en él es habitual. Estuvo asentado y lo intentó en todo momento. Hubo muletazos aislados de buena factura, que no pudieron tener continuidad, porque sus toros se paraban entre pase y pase, y muchas veces, punteaban los engaños.

El tercero, manseó en el caballo, iba y venía en plan abanto, por el izquierdo tenía poco recorrido, pero por el pitón derecho era sensacional. Por ese pitón embestía planeando, con mucha clase. Al final del muletazo, se salía un poquito por fuera, lo que todavía ayuda más al torero porque no apretaba nada. Tuvo treinta muletazos, no más ¡pero qué treinta muletazos! Por supuesto, Tejela no se los dio. Aunque estuvo más templado y menos eléctrico de lo habitual.

Tejela no supo poner la plaza boca abajo con un toro que se prestaba a las más bellas florituras. El sexto fue el único toro que empujó con bravura en el caballo. En el segundo puyazo derribó espectacularmente. Pero estaba muy mermado, no tenía fuerza ninguna. Si no se derrumbó fue porque la casta le mantuvo en pie, pero no podía. Por eso al segundo muletazo, se defendía echando la cara arriba. No había nada que hacer. Un detalle feo de Matías Tejela, en sus dos toros cogió el verduguillo después de haber dejado únicamente un pinchazo. Dice el reglamento que si no se ha dejado al menos media estocada, no puede recurrirse al descabello. Los señores con plumero que hacen el despejo de plaza, también están para recordar el reglamento a los toreros y debían haber obligado a Tejela a entrar a matar de nuevo. Pero ¿esos señores se habrán leído alguna vez el reglamento? De todas formas, yo no estoy diciendo todo esto por puro reglamentarismo. Lo digo porque no se debe escamotear al público la suerte más bella y arriesgada, la suerte de matar, que por eso es la suerte suprema.

La infantería tuvo una tarde lucida poniendo los garapullos. Montoliú banderilleó bien al segundo. Jesús Romero y Ángel Otero tuvieron que saludar después de haber pareado al tercero y al sexto respectivamente. Por último, en un alarde de masoquismo he leído el programa electoral de “Podemos”. Si dicho programa se llevara a cabo, en un mes la economía española se hundiría a los niveles de cualquier país africano. En el último punto del programa, dicen que quieren abolir la tauromaquia. Ojo, si en un futuro inmediato, los socialistas necesitan del respaldo de estos señores para gobernar, la Fiesta puede tener un problema muy serio. No quiero ni pensarlo.

 

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