El Puerto, que mansada, ¡que tortura!
19ª SAN ISIDRO
Una vuelta solitaria para Daniel Luque por una estocada al sexto
Carlos Iliàn
Marca 26/05/15.
Toros: Plaza de Madrid. Casi lleno. Toros del PUERTO DE SAN LORENZO y un sobrero (6º) de PEREDA (2), mansos.
ANTONIO FERRERA (4): de nazareno y oro. Pinchazo, estocada caída y descabello (silencio).Pinchazo y estocada corta (silencio).
MIGUEL ABELLÁN (4): de verde hoja y oro. Estocada (saludos con protestas). Estocada y descabello (silencio).
DANIEL LUQUE (5):de verde botella y oro. Diez pinchazos y descabello. Un aviso (silencio). Estocada. Un aviso (vuelta).
Otra más de las insufribles corriditas que año tras año le compra Madrid a los señores Fraile y que en esta ocasión nos torturó con una mansada de libro. Además de una presentación ramplona, aunque la corrida pesó lo suyo porque era muy caballuna, el comportamiento huido, barbeando las tablas, topando en los engaños, llevando la cara por las nubes y con alguna dosis de mal estilo ha roto la tarde. Por salvar alguno de los ejemplares del Puerto habría que referirse al segundo toro que se empleó con fijeza y repitió con cierta codicia.
Este toro midió a Miguel Abellán que nunca estuvo cómodo con tanta embestida pegajosa. Muy al final se centró en unos naturales de frente pero en general la faena tuvo más barullo que ligazón. En el quinto, un toro gazapón y que hacía hilo, Abellán hizo bien en no aburrir y acabar cuanto antes con el manso. Era su tercera tarde en esta feria y volverá porque Abellán es como de la plantilla. Ah, ya era hora de verle vestido de oro y no de primera comunión. Un vestido de luces magnífico llevaba ayer. Muy bien
Los únicos momentos toreros, con gotas de calidad, los protagonizó Daniel Luque especialmente con el capote y en los desperdigados muletazos al tercero, un manso que le pedía los adentros y que luego huía como cualquier morucho. Con el acero protagonizó un auténtico mitin.
En el sexto, sobrero de Pereda, intentó torear por bajo a un toro de cara por las nubes. Faena trabada y bregada, rematada de una gran estocada. Oiga, ¡le pidieron la oreja!. Solo dio la vuelta al ruedo. Una grosería menor. Antonio Ferrera trabajó con espesa actitud ante su lote de mansos a los que acribilló a muletazos.