Apenas se salvó David Mora del desperdicio de una buenísima corrida de Alcurrucén
Valencia, 14 marzo 2018
José Antonio Del Moral
Valencia. Coso de la Calle Xátiva. Miércoles, 14 de marzo de 2018. Cuarta de feria. Un tercio de entrada. Toros de Alcurrucén, encastados, bravos y nobles en Distintos grados. Destacó del envío al cuarto, un extraordinario toro digno de ser indultado. En quinto lugar se lidió un sustituto de El Ventorrillo que resultó deslucido.
David Mora (verde manzana y oro). Pinchazo y gran estocada, palmas con saludos. Estocada (oreja
Álvaro Lorenzo (celeste y oro): Pinchazo y buena estocada, palmas con saludos. Estocada baja. silencio.
Luis David Adame (marino y oro) :Estocada desprendida, petición insuficiente y ovación. Pinchazo y estocada, ovación de despedida.
Ángel Otero y José Antonio Carretero destacaron en banderillas.
Lo que más me disgusta en una corrida de toros es que salgan buenos y que los toreros no sean sean capaces de aprovecharlos. Muy mal que sea en todo o en casi todo. Y digamos simplemente mal si solo es en parte. Y si encima, el torero beneficiado por la suerte capaz y amigo, pues peor. En fin…
Ayer saltó al ruedo valenciano un cuarto de gran presencia y por el magníficos juego que dio en los tres tercios, de revolución. Un toro de los que yo llamo para cantarlo en latín. Un toro de lo que antes se les calificaba de vacas. Lo que quiere decir, un toro digno de ser indultado para que pasase en engrosar la familia de los mejores sementales de la ganadería. Eso me pasa a mi si hubiera sido el ganadero y me hubiera dado un berrinche seguido de un síncope de ambulancia y sanatorio.
El desafortunado ejemplar de pelo castaño, con sobradas presencia, esencia y potencia, se llamaba “Economista”. Bueno, pues no se enteró casi nadie de los que estábamos en la plaza. Empezando por quien lo mató, siguiendo por el presidente del festejo, que debió sacar el pañuelo azul para que le dieran la vuelta al ruedo y continuando por la gente, incluidos los profesionales que estaban en el callejón, que no lo demandaron.
Del lamentabilísimo suspenso general apenas se salvó por los pelos David Mora porque, aún estando bien y hasta conseguir una oreja, ni de lejos a la altura del desperdiciado ejemplar que fue de rabo. Quiso mucho David. Hasta lo recibió con dos largas cambiadas de rodillas, un ramillete de buenas verónicas en el saludo y de otro aún mejor en el quite. Hasta ese momento creímos y gozamos esperanzados, ilusionados de que lo que faltaba tendría igual o al menor parecida gran categoría artística. Ya le habíamos a David estar cumbre en varias ocasiones. Las últimas, el día de su reaparición en el palacio de Vistalegre de Carabanchel y en Las Ventas a los pocos días. ¿Por qué no ocurrió lo mismo ayer en la primera feria importante y trascendental de la temporada? !Ah¡ Eso es un misterio que solamente podría despejar el interesado.
David Mora lo muletó abundantemente con la derecha con pases largos y en su mayoría templados aunque excesiva y feamente encorvado. Terminando cada ronda con un muletazo de admirable. Y lo mismo al natural.
Álvaro Lorenzo anduvo muy prudente con el segundo toro. Un animal también muy aprovechable aunque tardo. Con estos toros tardos hay que ganarles un paso a cada pase con determinación para poder ligar las tandas. No lo hizo el ayer muy conservador toledano y así no hay nada que hacer ni que esperar de él. Como tiene buen corte, algunos pidieron la oreja tras un pinchazo y la estocada. Hizo bien el palco en no concederla. No hay que engañar a los chicos con triunfos falsos. Nada o cada dada que objetar con el nada proclive quinto, sustituto de El Ventorrillo.
Esperaba mucho más de Luis David Adame a quien ayer vi algo conformista e impreciso. Tuvo dos toros de oreja. El tercero fue muy manejable hasta que se rajó. Y al sexto le descubrió demasiado tarde su gran lado derecho con el que demostró su fijeza. Adame con este solo me gustó en su quite por Zapopinas. No se pueden perder estas oportunidades en una feria tan importante en el arranque de la temporada.