Del triunfo de El Fandi con un gran fuenteymbro al salto de la garrocha
Andrés Amoros, 8 octubre 2014 (Zaragoza)
ABC
La plaza de la Misericordia celebra su 250 aniversario con una corrida goyesca
El 8 de octubre de 1764, hace exactamente 250 años, se inauguró este coso de la Misericordia. Fue una iniciativa del canónigo ilustrado don Ramón de Pignatelli, el mismo al que dedicó Moratín su «Carta histórica sobre el origen de las corridas».
El albero está decorado con el grabado «El salto de la garrocha». En el séptimo toro, cuatro profesionales han recreado suertes de la época de Goya: saltos con garrocha, recortes...
En este coso tuvo lugar, en 1927, por iniciativa de Zuloaga, la primera corrida goyesca. También lo es la de esta tarde, con un cartel de gancho popular, que casi repite el del percance de Padilla, hace exactamente tres años. En el primero de Fuente Ymbro, justo de fuerzas, se entrega desde las largas de rodillas, y banderillea fácil; como el toro embiste con la cara alta, solo unos naturales son lucidos. En el cuarto, que luce dos «velas», aguanta coladas, se entrega y mata con decisión.
El segundo embiste con poco celo, flaquea, protesta. Abellán se muestra seguro, corre bien la mano, le saca lo poquito que el toro tiene. El quinto acude al caballo de lejos. Mucha distancia le da Abellán, aguanta la embestida y surgen muletazos emocionantes pero el toro se apaga y tiene «guasa»: decepción. No ha tenido suerte con el lote.
El tercero tiene movilidad y gran nobleza. El Fandi liga verónicas y chicuelinas, quita por zapopinas, banderillea espectacularmente, muletea de hinojos y de pie: faena completa, en su línea, que entusiasma. Dos orejas y vuelta al toro. En el último, se luce en cuatro pares pero el toro se apaga e impide el lucimiento.
Sale en hombros El Fandi, pasando por debajo de la estatua de Goya: el genio que firmaba sus cartas como «don Francisco, el de los toros».