Feliz torería de Antonio Ferrera en Sevilla (Andrés Amorós)
ABC, 12 mayo 2014
En la Tauromaquia (y en la vida) todos evolucionamos: conviene no detenerse ni ir para atrás sino aprender, mejorar. Hay diestros que se paran, que se vuelven rutinarios; otros, sienten el lógico declive. Unos pocos son los que mejoran su concepto de la lidia y su forma de torear: ésos suelen ser los que más interesan al aficionado exigente.