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Club Taurino Italiano

San Fermin: con toros medios, triunfos medios

 

Andrés Amoròs

ABC 13 julio 2015

El Juli sale a hombros y Perera corta una oreja con una manejable corrida de Domingo Hernández, con algunos pitones escobillados

 

Como toda gran fiesta popular, los sanfermines tienen su propia música; mejor dicho, sus músicas, en plural y variadas. En la historia, los conciertos de Sarasate –el gran violinista, que acudía siempre que podía a la fiesta–; los viejos discos de los Iruña-Ko, que triunfaron en América. Actualmente, el día comienza con las dianas de la Pamplonesa, desde la más popular: «Levántate, pamplonica,/ levántate, dando un brinco,/ pues han dado ya las cinco...» Luego, el baile de la alpargata; a la vuelta de la procesión, «El asombro de Damasco»; yendo hacia la Plaza, «Pamplona, feria del toro»; los conciertos de jotas y bailables; en el coso, las peñas cantan los viejos éxitos, «La chica ye-yé» y «Sigue siendo el rey»; a las doce de una noche –no se sabe cuál–, los tambores del «Struendo»; siempre, la melancolía del «Vals de Astrain»; al final, la tristeza esperanzada del «Pobre de mí»...

 

Los toros de Domingo Hernández, muy manejables, facilitan el triunfo pero suscitan escasa emoción.

 

No tuvo suerte en su primera tarde Padilla, ídolo de este pueblo. Se entrega desde el comienzo pero tampoco logra el éxito. En el primero, se va a portagayola, banderillea con facilidad: el tercero, «a lo Sarasate». El toro embiste templado, con las fuerzas justas. Liga muletazos con oficio pero se le va la mano en un pinchazo, antes de la estocada: vuelta al ruedo, con una bandera pirata. (Un antitaurino, con el torso desnudo, coge del suelo su montera y le pega un puntapié, como si fuera un balón: lamentable espectáculo). También pone banderillas al cuarto, que humilla pero sale suelto. La faena es larga, tarda en conectar con el público (es el toro de la merienda); lo logra al final, con circulares, martinetes y rodillazos. Suena un aviso antes de entrar a matar. Logra una buena estocada pero el toro tarda en caer, lo levanta el puntillero y todo se diluye.

 

Pitones como brochas

Única actuación en Pamplona del Juli, con sus toros preferidos. El segundo va y viene, algo distraído. El diestro lo administra con facilidad y oficio, le baja la mano con la izquierda. Ha estado más seguro que brillante, con un toro medio. Mata alargando el brazo: oreja. El quinto flaquea ya de salida; además, se astilla los dos pitones, como brochas. Con esas dos carencias, el trasteo tiene escasa emoción, aunque Julián está sobrado, inteligente y técnico. Pincha antes de una estocada con salto: otra oreja y la salida a hombros, que el público estaba deseando.

 

Repite Miguel Ángel Perera, que triunfó el año pasado. El tercero, alto, con menos trapío, pierde las manos al salir del caballo, se mueve sin parar pero sin clase, protesta. Miguel Ángel muestra su habitual firmeza y seguridad, tiene el mérito de encajar las dificultades del toro, que sigue, hasta el final, muy irregular. Mata mal pero también le dan una oreja. El sexto, de salida, va largo, parece muy bueno. Perera se luce en chicuelinas, ocho muletazos de rodillas y lentos derechazos pero el toro se apaga muy pronto, la faena se frustra. Pincha caído antes de un espadazo trasero. Le veo en un buen momento, salvo con la espada.

 

Sale a hombros El Juli, parecía que le iba a acompañar Perera. En todo caso, ha sido un éxito en tono menor. Con toros medios, el triunfo sólo puede ser medio; el entusiasmo, perfectamente descriptible.

 

Postdata. Es evidente que los populismos radicales tienen muy clara la idea de lo que quieren hacer con España y su cultura, cuando ellos puedan decidirlo, con la complicidad del PSOE. De momento, lo ocultan, hasta que pasen las elecciones generales, para no asustar demasiado a la gente. Ya están asomando sus obsesiones antitaurinas, en muchas ciudades: Gandía, Alicante, Huesca; hoy mismo, en La Coruña, San Sebastián de los Reyes... Los profesionales taurinos no están siendo capaces de dar una respuesta firme y unitaria. Es un síntoma claro de lo que nos puede pasar, dentro de muy pocos meses.

 

Ficha de la corrida

PLAZA DE TOROS DE PAMPLONA. Lunes, 13 de julio de 2015. Novena corrida de la feria. Lleno de «no hay billetes». Toros de Domingo Hernández y Garcigrande (4º), con movilidad, justos de fuerzas, muy manejables.

JUAN JOSÉ PADILLA, de grosella y oro con remates negros. Pinchazo caído y estocada (vuelta al ruedo). En el cuarto, buena estocada y descabello. Aviso (silencio).

 

EL JULI, de azul y plata. Estocada (oreja). En el quinto, pinchazo y estocada (oreja). Sale a hombros.

MIGUEL ÁNGEL PERERA, de pizarra y oro. Media caída y atravesada (oreja). En el sexto, pinchazo caído y media estocada trasera y caída (palmas de despedida

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