Arranca la temporada 2015 en Olivenza y Castellón
Previa de la temporada 2015
Barquerito, COLPISA
Madrid, 6 marzo 2015
Casi los mismos carteles de siempre, pero una generación fascinante de novilleros
Dos corridas de toros en Olivenza, tres en Castellón, siete en Valencia, dos en Madrid y las cuatro de la Pascua de Arles dejarán de aquí a un mes despejado el primer tramo del curso taurino. A la moda indesterrable de los festejos de único espada y seis toros de distintos hierros se han sumado en la Corrida de Inauguración de temporada en Madrid -29 de marzo- Iván Fandiño y la empresa de las Ventas. Un golpe de teatro anunciado hace tiempo.
Fandiño no está anunciado ni en Olivenza ni en Castellón ni en Valencia, pero sí en Arles, y solo una semana después de cumplir en Madrid un compromiso con aura de hazaña. La renovación de esas tres ferias donde no han contado con Fandiño ha sido casi nula. La reaparición inesperada de Francisco Rivera Ordóñez para celebrar el vigésimo aniversario de su alternativa –Sevilla, abril de 1995- se cumplirá en Olivenza mañana domingo y tendrá casi inmediato refrendo en Castellón y Valencia. En Valencia vuelve a torear El Soro, alternativa de 1982, carrera truncada en su mejor momento hace quince años por culpa de lesiones varias. El 16 de marzo, justo el día en que Enrique Ponce celebra sus veinticinco años de matador de alternativa en ejercicio ininterrumpido.
La media de años de alternativa en los carteles de las tres ferias españolas mayores de Marzo –ferias de invierno- es altísima. De los veinte matadores anunciados en los tres abonos de Olivenza, Magdalena y Fallas son solo cinco los que no llegan a la década de antigüedad, pero dos de ellos, Talavante y Daniel Luque, la están rozando, y otros dos, promesas interesantes, Román Collado “Román” y Jesús Duque se han colocado en los carteles de Valencia con el peso de toreros regionales. De manera que la renovación –el refresco de carteles- está absolutamente estancada.
Además de Rivera Ordóñez, serán Ponce, Morante, Perera y Talavante los únicos que estén presentes en esas tres citas primeras. El Juli, y también Morante, va a doblar en Valencia. Al echarse cuentas al cabo del mes, Morante, con cuatro festejos y ocho toros, encabezará las estadísticas y probablemente las ganancias. La renovación de hierros será todavía menos sensible que la de espadas: Garcigrande-Domingo Hernández y Victoriano del Río lidian en Valencia y Olivenza en las dos corridas de más tirón. También la corrida estelar del programa de Arles será de Domingo Hernández. Cuvillo parece volver a las ferias –Castellón y Valencia- tras dos temporadas sin apenas protagonismo.
Los carteles de Sevilla, con las ausencias confirmadas de Morante, El Juli, Perera y Talavante por segundo año consecutivo, han sido un jarro de agua fría de consecuencias imprevisibles. Los carteles del abono de Madrid se fraguan en relativo silencio, pero en San Isidro estarán todos los que son y están. Antes siquiera de abrirse el curso en las Ventas, la Comunidad de Madrid ha decidido prorrogar hasta fines de 2016 el contrato con la empresa regente.
Operación sorpresa que atiende sin duda a una razón política: la posibilidad en año de elecciones autonómicas de que el antitaurinismo militante de la nueva izquierda pudiera presionar a la manera de Bogotá, San Sebastián, Quito o Barcelona, cuatro plazas que, proscritos los toros por partidos mayoritarios en comunas y parlamentos, han desaparecido del calendario taurino en menos de un lustro.
Una segunda razón secreta sería una manera de frenar las ambiciones de la alianza empresarial que encabeza el multimillonario mexicano Alberto Bailleres en sociedad con Simón Casas y José Cutiño. La alianza hispano-franco-mexicana tiene por bandera a Morante de la Puebla, pero muchos intereses más. Una larga marcha que tendría por objetivo desembarcar en Madrid y Sevilla no se sabe cuándo ni por qué orden, y que sería una sacudida fortísima en un mundo taurino lastrado por su endogamia y envejecimiento.
Y, sin embargo, la nota singular del curso que ahora arranca es la profusión de novilleros de calidad. Una generación de promesas mayores y, además, muy numerosa: Ginés Marín, Varea, Francisco José Espada, Pablo Aguado, Ruiz Muñoz –sobrino nieto de Curro Romero y émulo suyo-, el francés Clemente, Álvaro Lorenzo, Posada de Maravillas, Martín Escudero, Alejandro Marcos. Un soberbio manojo de nombres que auguran un año grande de la novillería. Ese parece el único camino para renovarse. O morir…